Tenía que hacerlo, si o si, le tenía muchas ganas a
este cheesecake.
Para que os hagáis una idea también llamado Cotton
cheesecake, de lo esponjoso que es, con
una textura algodonosa súper suave.
¿Qué como lo se? Pues hacéis bien en preguntarlo
porque yo estoy a dieta y o lo he catado.
Como lo oís, he tenido el santo valor de hacerlo
y no probarlo.
Peeeero, una que ya tiene muchos tiros pegados en esto
de la repostería, sabe cuando algo ha funcionado.
En primer lugar la textura es mágica y lo podéis
apreciar mejor en la foto cenital esponjosa y muy flexible.
En segundo lugar si lo llevas a un desayuno con unas
15 personas y no quedan ni las migas, es que está muy muy bueno.
Y luego, en tercer lugar, una tiene su comité de catadores, que sabes
que no te van a mentir, o sea tus hijas adolescentes y tu marido, que si algo
no está bueno son los primeros en cantar…
Este Cheesecake japonés va en honor de esas personas
que “no son de dulce” que por raro que parezca existen, ya que no es nada dulce
y nada pesado.