Tarta de hojaldre con fresas y chocolate blanco

 Hoy os traigo una tarta de hojaldre de éxito asegurado, sencilla fácil de hacer ya que  no necesitas cocinar la crema, porque no es una crema pastelera. 

Esta Tarta de hojaldre es hipermaravillosa y se prepara en media hora escasa de principio a fin.

Admite todo tipo de frutos rojos, plátano, kiwi, piña, melocotón en almíbar, en definitiva cualquier fruta que no necesite hornearse. A no ser, que decidas ablandar un poco la manzana o pera que te apetezca poner.

La receta es de  dulces bocados un blog que sigo hace mucho tiempo y que me encanta, pasaros por el y daros un vueltecita, tiene cosas maravillosas.

Este es el postre que más realizamos en casa sobre todo los sábados, porque como te digo es deliciosa.

La crema de chocolate blanco es simplemente una delicia, en casa nos encanta, porque es muy sencilla de hacer y altamente recomendable. 

Ya sabéis que receta a la que yo pongo altamente recomendable es que es de las pocas recetas que yo repito en casa, que ya sabéis que una bloguera repite muy pocas veces una receta, a no ser que merezca mucho la pena.

Si la haces con hojaldre es rápida, pero si quieres dedicarle unos minutos más puedes hacer una deliciosa masa quebrada que te encantará, como yo hice en esta ocasión.

INGREDIENTES:

Una lámina de hojaldre comprada o casera

200grs de chocolate blanco

100 grs de mascarpone o filadelfia

2 Ch. de azúcar glass

1 Ch. de vainilla líquida

250 grs de fresas (o la fruta que prefieras)

Si decides hacer una masa quebrada como yo, estos son los ingredientes:

Para la masa quebrada:

225 de harina todo uso

115 de mantequilla fría

75ml de agua muy fría

½ cucharadita de sal

ELABORACIÓN:

De la base de hojaldre:

Enciende el  horno a 180 grados, estira tu lámina de hojaldre, y pínchala, para que no suba, y se quede pareja, aquí puedes sacar todo el estrés creado por el confinamiento y aplicarte a fondo con el hojaldre.

Cubre con papel vegetal y ponle encima algo de peso, en forma de  garbanzos o lo que quieras, y hornéalo por unos 15 min más o menos, ya sabéis la pelea que tengo yo con los hornos.

A esta técnica se le llama hornear en blanco, conseguimos una galletita de hojaldre bien rica.

Los garbanzos los guardamos y los puedes reutilizar de una vez para otra.

Quitamos los garbanzos…con mucho cuidado, que se vuelven saltarines cuando quieres introducirlos en su tupper, se ve que no quieren volver a su cárcel los condenados y se intentan escapar derramándose por tu cocina. Quitamos también el papel de cocina y volvemos a introducir el hojaldre en el horno para que se termine de hornear nuestro hojaldre, por unos 10 o 15 min más.

De la masa quebrada:

Puedes ver en esta entrada de Pie de cebolla caramelizada y queso de cabra, la elaboración y muchos trucos para que te salga perfecta.

De la crema de chocolate blanco:

Mientras en un bol aparte troceamos el chocolate blanco y lo derretimos, ya sabes, golpecitos de calor en el micro y vamos comprobando para que no se nos queme, añadimos el queso, el azúcar, la vainilla y mezclamos, hazlo suavemente y cuando esté un poquito tibio el chocolate.

Cuando se haya enfriado un poco el hojaldre, le ponemos la crema encima y después las fresas troceadas con todo el arte del mundo, podemos decorar con unas hojas de hierbabuena o menta.

Os dejo el verdadero pedacito de Cielo:

“Jesús vino al mismo mundo que Él había creado, pero el mundo no lo reconoció…PERO a todos los que creyeron en Él y lo recibieron , les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.”

Evangelio de Juan: 1:10 y 11