Si hablamos de jengibre automáticamente me traslado a
la Navidad, y es que no se que tienen esos aromas que dicen Navidad a gritos.
En casa a mi hija mayor y a mi nos pirran los
cheesecake a mi marido no tanto y a mi hija pequeña solo si el cheesecake es de
oreos….
Pero a nosotras dos nos encantan y este no ha sido
menos, nos hemos comido un trocito para merendar antes de sentarme a escribiros
el post de hoy.
Es tan suave y delicado… lleva 4 capas, entre la base
de galletas, el cheesecake en sí, la mousse de melaza y canela y luego la
decoración con su crema y las grosellas…que entra solo, solito y hay que tener
mucho cuidadito con esas cosas…jajaja.
Me parece que es una opción maravillosa para estas
fiestas porque a veces no queremos complicarnos mucho y hacer una tarta de
capas con todas sus complicaciones, pero
si queremos quedar como unas reinas y dejar muertas a nuestras cuñadas o
suegra.
Pues ya te digo yo que con esta cheesecake la dejas
callada un ratito…por lo menos.