Tarta de cerezas sin horno

¡¡Ay Dios mío!!

Esta tarta de cerezas sin horno es tan deliciosa…

 Con el toque justo de dulzor, con el toque justo de acidez y con el toque justo de crujiente debido a la masa filo que hemos utilizado.

Y SIN HORNO.

-Bueno…

 -A ver…

-Si, se me ha colado la base de masa filo como base perfecta para esta mousse de cerezas, pero como hice en el Cheesecake de chocolate sinhorno, os doy la alternativa de hacerla totalmente sin horno, poniendo una base de galletas y al frigo. En este Pie de chocolate y merengue sin horno también te doy la opción de hacer la base de galletas sin hornearla solo hay que llevarla 15 minutos al trigo. En el Cheesecake de moras también podéis  hacerla totalmente sin horno, sustituyendo la base de brownie por base de galletas sin hornear.

Hace unos días celebramos el cumpleaños de Pérsida, una señora peruana de casi 70 años.

Pérsida es miembro de nuestra iglesia y asiste asiduamente a nuestras reuniones de mujeres, no es la entrañable abuelita que todos estáis pensando.

¡Qué va!

Es mandona, cabezota y le gusta que se haga lo que ella diga, todo ello aderezado de una ligera sordera, real o impostada…jejeje.

Pero la queremos mucho, porque es divertida, generosa y muy atenta con todas nosotras, siempre dispuesta a colaborar en lo que haga falta,  además siempre nos reimos con ella muchísimo. Amén de que nos hace un ceviche peruano que quita el sentío.

Así que decidí prepararle esta tarta de cerezas sin horno para su cumpleaños que le vi hace un par de semanas a Bake-Street.

Desde que la vi me enamoré de ella la base de masa filo me pareció lo más de original y esa mousse de cerezas con ese color y aroma tan natural de cerezas naturales, sin nada de aromas y colorantes me terminó de conquista y  ¡qué decir de sus maravillosas fotos!…no me quedaba más remedio que hacerla y el cumpleaños de Pérsida fue la ocasión perfecta.

El único cambio que he hecho es usar un molde más pequeño pero más alto. 
Es una tarta de estilo rústico totalmente, no queda pulida y rematadisima, pero ese es su encanto, es muy yo.

Os dejo el enlace al vídeo de Martha Stewart para que veáis como se hace esta base de masa filo.

INGREDIENTES

Para la base:

10 hojas de masa filo

100g de mantequilla fundida y entibiada

100 g de chocolate blanco

Azúcar moreno para espolvorear

Para la mousse de cerezas:

600 gr de cerezas deshuesadas

Zumo de un limón

200 g de azúcar

5 hojas de gelatina

3 claras de huevo L

110 g de créme fraiche o nata para montar con un chorrito de limón

 190 gr de queso crema tipo Philadelphia

*Esta cantidad de queso y créme fraiche se puede sustituir por la misma cantidad de nata para montar con un 35% de grasa.

Para decorar:

Yo he usado cerezas, merenguitos que tenía, flores secas y un resto de SMBC que tenía dando vueltas por la nevera.

Para la base alternativa de galletas*:

Te doy esta opción si no quieres usar la base de masa filo y no encender el horno.

150 gr de galletas tipo digestive

50 gr de mantequilla

2 cucharadas de azúcar (opiconal )

ELABORACIÓN:

De la base:

Vamos a utilizar un molde de 22 cm desmoldable, podéis usar uno más grande de hasta 26 cm quedará más bajita. Ponemos en la base papel de horno más grande que el diámetro del molde, para que así se pueda desmoldar sin problemas al tirar del papel que sobresale.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Empezaremos haciendo la base de esta tarta de cerezas tipo mousse, calentamos la mantequilla y la dejamos templar un poco.

Fundimos el chocolate blanco y dejamos atemperar.

Cogemos una hoja de masa filo, la extendemos sobre la base de trabajo y la pintamos con mantequilla con la ayuda de un pincel, ponemos otra hoja de masa filo y pintamos de mantequilla pero esta vez solo la mitad de la hoja, espolvoreamos el azúcar moreno y plegamos por la mitad, procedemos a colocarla sobre nuestro molde dejando una parte fuera del molde que dejamos arrugada y asi procedemos con el resto de la masa filo hasta acabar con toda la masa.

Si tu molde es más bajito que el mío a lo mejor tendrás que recortar un poco de masa, parece un poco lioso pero en el vídeo se ve perfectamente y en realidad es muy sencillo.

Ponemos un papel de horno y extendemos unos garbanzos o bolitas de cerámica para ese uso, con el fin  de que la masa se horneé pero no se hinche. La tendremos en el horno unos 25/30 minutos. Pasado este tiempo retiramos el peso e introducimos otros 5/10 minutos en el horno.

Sacamos y dejamos enfriar por completo y pintamos con cuidado y paciencia la base de masa filo, la paciencia es porque la masa filo tiende a desmigarse y a veces cuesta un poquito. La capa debe ser fina. El chocolate blanco le da un toque dulce y un sabor exquisito a la tarta, amén de preservar la masa filo de la humedad del relleno. Puedes saltarte este paso si quieres, aunque…quien querría…jejeje.

Mientras se enfría nuestra base hacemos la mousse.

De la mousse de cerezas:

Con esta cantidad te sobrár un poquito de mousse, que puedes poner en un par de vasitos.

Ponemos a enfriar en agua fría las hojas de gelatina, mientras tanto vamos a ir deshuesando las cerezas para hacer esta especie de coulis.

Para deshuesar las cerezas podéis usar un boli bic. Le quitamos todo y nos quedamos solo con la carcasa de plástico transparente.

Con ella, paciencia y amor, mucho amor, siempre pensando en los comensales que se deleitarán con semejante creación, vas descorazonando las cerezas. Introduces el boli por un extremo de la cereza, aprietas hasta que salga el hueso por el otro lado. A medida que vayas deshuesando cerezas la carcasa del boli se te irá llenando de pellejillos de cereza, pero le caben los 600 gr,  que te lo digo yo.

Una vez deshuesada las ponemos en un cazo a fuego medio con el zumo de un limón y 150 gramos del  azúcar. Vamos removiendo de vez en cuando, esto te llevará unos 25 min.

Cuando veas que las cerezas están tiernas lo apartas del fuego y lo pasas por un colador de agujero generoso o por un chino. Lo que queremos es que se queden en el colador los huesos y la piel para  la carne y el jugo pase al bol que es lo que vamos a utilizar.

Dejamos enfriar un poco, que al contacto de la piel se note caliente pero podamos tocarlo, es decir que no pase de 50 grados o la gelatina perderá su efecto.

Introducimos la gelatina y removemos hasta su completa disolución y reservamos.

Mientras montamos el merengue, en el bol de la batidora bien limpio de restos de grasa, para ello puedes pasar un papel de cocina mojadito en zumo de limón, por el bol y por las varillas para llevarte cualquier resto de grasa.

Ponemos las claras a batir a velocidad baja con unas gotitas de zumo de limón o un pellizco de crémor tártaro. Cuando espumen subimos a  velocidad media y cuando tome algo de cuerpo el merengue vamos añadiendo los 50 gramos de azúcar que teníamos reservados. Subimos la velocidad al máximo y cuando al levantar la varilla vemos que el merengue hace un pico firme que no se vence, es que tenemos ya nuestro merengue.

En un bol grande mezclamos el queso y la créme fraiche, añadimos el coulis de cerezas y mezclamos hasta que se integre.

Por último incorporamos el merengue con movimientos envolventes y con la ayuda de una espátula. La masa se irá aligerando pero es normal.

Vertemos sobre la masa filo (cuando el chocolate haya cuajado, para ello podemos meterlo unos minutos en el frigo). Y refrigeramos al menos 4 horas, yo la deje toda la noche.

Para la base de galletas:

Si por alguna extraña razón que desconozco no quieres hacer la base de masa filo, puedes hacer esta de galletas.

Derrite la mantequilla en el microondas, tritura las galletas e incorpórale la mantequilla. Pon esta masa en el molde con la de una cuchara y reserva en el frigorífico hasta que la mousse de cerezas esté hecha.

Espero que os súperencante esta tarta de mousse de cerezas porque es simplemente maravillosa, refrescante y estupenda para este tiempo.

Si tienes alguna duda sobre esta receta no dudes en preguntarme aquí o en mi página de FB Un pedacito de cielo.

Como siempre os dejo con el verdadero pedacito de cielo:

“Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen. Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón.” Proverbios 3:3